martes, 31 de mayo de 2016

Pasiones que mueven o movieron masas. Sobre la entrega del Ariel.



Por: Manuel Hernández-Samperio.

El fin de semana fue de futbol. Ese deporte que es capaz de paralizar al país entero. Abriendo con lo mejor de Europa, en la televisión se miraban ya las estrellas de dos equipos españoles que se preparaban para saltar a la cancha. Las imágenes del pasillo que conduce a los actores principales hasta el campo comenzaban a elevar el nerviosismo que sólo el primer silbatazo sería capaz de apagar. A muchos miles de kilómetros de Milán, otro pasillo comenzaba a mostrar, tímidos, a sus primeros invitados a la fiesta de un deporte que en la época actual resulta difícil determinar si sigue en crisis o está renaciendo de sus cenizas.

Tras el desfile que dejó un aire de glamour (a veces elegante, otras tantas ridículo) en las afueras del Auditorio Nacional, el público se encontraba expectante y, como si a un director técnico le dieran la oportunidad de explicar su formación para enfrentar un encuentro, apareció Rafael Tovar y de Teresa titular de la Secretaría de Cultura, para hacer un breve análisis del planteamiento actual en el que se encuentra este deporte, se dice, con mucho orgullo que se ha superado el número de largometrajes producidos en la historia y que se va por buen camino, también se hace mención de los torneos que han ganado algunos representantes mexicanos a nivel mundial. 

El momento de Rosita Quintana.
Foto: Masiel Rico Landa.
Tras su discurso, el público enmudece, esperando con ansias el inicio de la contienda que trae consigo a Héctor Bonilla para hacer el pasillo de los campeones a Rosita Quintanauna superestrella de época, que en sus tiempos de gloria llegó a alternar en la cancha con cracks de la talla de Fernando Soler, Arturo de Córdova, Germán Valdés (Tin Tán), Joaquín Pardavé o Padro Infante.

Aprovechando la confusión provocada por la euforia y la emotividad de lo antes anunciado, 600 millas e Hilda sorprenden a sus rivales y se llevan los primeros reconocimientos y ovaciones por las coactuaciones masculina y femenina respectivamenteEl hombre que vio demasiado en un movimiento sorpresivo (la música no suele ser protagonista en los documentales) los alcanza.

Para esos tiempos ya era más que sabido que la selección mexicana había derrotado a Paraguay en Estados Unidos, lugar en donde fue capturado el protagonista de Mexican Gángster que liga una racha que paraliza a sus oponentes y clava cuatro casi de un jalón, evidenciando las carencias del rival en el uso de efectos especiales y vestuario. Gloria responde discretamente y también se alza con el Diseño Sonoro y el Maquillaje. Los goles han caído por todos lados y han dejado sin poder de respuesta a Las Elegidas y La delgada línea amarilla se van rezagando, pero es en los momentos más tensos cuando los líderes deben hacerse fuertes y sacar la cara, así David Pablos, guionista de Las Elegidas, se echa el equipo al hombro y se lleva el primero para su causa. Justo antes del descanso Gabriel Ripstein y sus 600 Millas levantan la mano de nuevo, creando confusión y dejando todo listo para la segunda parte. 

Para el intermedio se espera que la gente pueda revivir algunas jugadas maestras del pasadode esas que han quedado en la historia; la nostalgia se asoma al ritmo de la Triste canción de amor, pero más triste es la situación descrita por Paul Leduc, quien ha aparecido en escena y haciendo gala de su técnica clava (directo, mordaz y contundente) algunos goles, de esos que difícilmente se olvidan por más que quieran evitar su repetición, de los que duelen hasta los huesos, de los que incomodan al equipo rival, que dan de qué hablar durante toda la semana, que conectan con las tribunas y enloquecen a los espectadores.

Paul Leduc en su discurso de agradecimiento.
Foto: Masiel Rico Landa.
El público extasiado se pone de pie para ovacionarlo, y es que lo que ha dicho no es para menos, ha quedado atrás el tiempo en que las superestrellas mexicanas de importación conquistaban los mercados más exigentes. Han sido los cambios en la directiva y muchas decisiones (u omisiones) de ellos las que han llevado al cine mexicano al borde del descenso. La neoliberalización derivada de un Tratado de Libre Comercio ayudó a agravar las pésimas condiciones en que se exhibe el cine mexicano. Trayendo consigo a algunos extranjeros bien vestidos, que apelan más a verse bonitos en la cancha y con "gran cartel" que suelen ser anunciados con bombo y platillos, pero que al desempeñarse en el terreno de juego carecen de fundamentos para perdurar en el ideario colectivo como las grandes estrellas del pasado. De esos extranjeros que llegan con contratos millonarios, que ganan mejor que todos los mexicanos juntos y que al final dejan la sensación de que vinieron de paseo porque no aportan cosas nuevas, viviendo de la fama creada y sustentada por el starsytem.

El público está emocionado, se reanudan las acciones y como si la intervención de Leduc los hubiera inspirado, Las Elegidas madruga a sus oponentes llevándose el premio de Mejor FotografíaLa contienda se alarga y has tiempo para ver un par de debuts, el primero es Martín Castro en El Jeremías, seguido de Nancy Talamantes por Las Elegidas.

El único espacio para extranjeros en esta justa es ocupado por El abrazo de la Serpiente desde Colombia que tiempo atrás había probado suerte en Estados Unidos, en donde estuvo en las 5 de lengua no inglesa. Pero también hay tiempo para los fuera de serie, esos que muestran un juego distinto en técnica o en género (animación y documental) y que merecen ser reconocidos: La increíble historia del niño de piedra y El hombre que vio demasiado.

Para dar paso a una recta final en donde Gloria parecía finiquitar la contienda, apuntándose dos premios más que parecían enfilarla por el triunfo, pues los premios de mejor actor y actriz hacían pensar que traerían como consecuencia el de director.

El equipo de Las Elegidas y los demás ganadores.
Foto: Masiel Rico Landa.
Pero siempre hay lugar para los héroes, y si no pregúntenselo a Óscar Pérez, que fue pieza fundamental en el juego en que su equipo se levantó con un título; en el Auditorio Nacional no todo estaba escrito, en una remontada que rayó en lo inverosímil Las Elegidas doblegaron a las demás y se llevaron la contienda, primero con un David Pablos que se erigió como el Mejor Director poniéndose a uno de Gloria. Y en el último minuto se llevan la terna de Mejor Película, empatando con Gloria en cuanto a premios, pero al ser este el reconocimiento a la mejor, podríamos decir que fue la campeona, tal como Pachuca empató en Monterrey para robarse la noche del día siguiente.

Pd. Haciendo referencia al secuestro de Pulido quizá encuentren en el discurso completo de Paul Leduc, alguna pista sobre los secuestradores del cine mexicano y que puedes leer aquí o ver aquí.